La autoridad es un bien estudiado, la
marca principal del comportamiento de la organización, se define sin rodeos en
el contexto de la organización como la capacidad y el derecho de una persona de
rango superior para determinar la decisión de una persona de rango inferior. La autoridad es de gran influencia en la
estructura formal de la organización, incluyendo los patrones de comunicación,
sanciones y recompensas, así como sobre el establecimiento de metas, objetivos
y valores de la organización.
Las decisiones dentro de este
modelo pueden ser mezclas complejas de
hechos y valores. Información sobre los hechos, especialmente hechos o
hechos derivados de experiencia especializada empíricamente comprobados, se
transmiten con mayor facilidad en el ejercicio de la autoridad que son las
expresiones de valores.
Una persona se identifica con un
grupo cuando, al tomar una decisión, evalúa las diferentes alternativas de
elección en términos de sus consecuencias para el grupo especificado. Una persona puede identificarse con cualquier
número de grupos sociales, geográficos, económicos, raciales, religiosos,
familiares, educativos, de género, políticos y deportivos. De hecho, el
número y la variedad son ilimitados. El problema fundamental para las
organizaciones es reconocer el personal y las identificaciones de grupo pueden
facilitar u obstaculizar la correcta toma de decisiones para la organización. Una
organización específica debe determinar deliberadamente, y especificar con
detalle apropiado y un lenguaje claro, sus propias metas, objetivos, medios,
fines y valores.
De allí que las contribuciones
aportadas por Simón es que existen
niveles de heterogeneidad de valores, y por lo tanto, de preferencias. Los
decisores en consecuencia tienen visiones distintas del mundo. Es decir se
considera que este modelo solo busca alternativas satisfactorias de acuerdo al nivel
de aspiración que posee el individuo tomador de decisiones.